Viendo los conceptos técnicos del BMW M3 F80 y del BMW i8, cuesta creer que el mismo fabricante haya sacado al mercado el mismo año dos deportivos completamente diferentes. Mientras que uno es una berlina deportiva de la vieja escuela, el otro replantea por completo la idea de coche deportivo y establece prioridades diferentes a las de cualquier coche de su competencia directa.
Top Gear también se ha fijado en los dos coches de Munich y ha puesto a prueba al exigente Jeremy Clarkson: M3 o i8, ¿cuál se llevará a casa? A diferencia de muchos teóricos, Clarkson condujo ambos coches exhaustivamente antes de tomar una decisión – y, por supuesto, explica después por qué eligió como lo hizo.
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A modo de recordatorio: el nuevo BMW M3 F80 (ver el análisis de conducción) está propulsado por un motor biturbo de seis cilindros en línea y 431 CV y envía su potencia exclusivamente a las ruedas traseras. La afirmación es indiscutible: el M3 quiere nada menos que ser la berlina media más deportiva con una utilidad diaria ilimitada.
El BMW i8 (ver informe de conducción) adopta un enfoque completamente distinto, con un pequeño motor de tres cilindros y 1,5 litros en la parte trasera. Además de este motor de combustión en la parte trasera, hay un motor eléctrico en el eje delantero, que hace que el i8 sea tan especial.
Con una potencia de 362 CV, el i8 acelera de 0 a 100 en 4,4 segundos, pero también puede recorrer más de 30 kilómetros en modo puramente eléctrico y logra un consumo estándar de 2,1 litros a los 100 kilómetros.
Gracias a su célula de pasajeros de carbono, el BMW i8 no es más pesado que el BMW M3 de propulsión convencional, a pesar de su propulsión híbrida enchufable: ambos vehículos pesan alrededor de 1,5 toneladas.