EL TRÍO COMPACTO ALEMÁN

Los fabricantes alemanes tienen una gran parte de la producción mundial de automóviles. Sus modelos compactos premium están muy presentes en nuestras carreteras. ¿Qué tan bien los conoce?

AUDI A3

El A3 continúa su carrera de estrella (más de 3 millones de unidades vendidas) en el mercado de las berlinas compactas tradicionales. Lanzada en 2012, esta tercera generación ha sido reestilizada una vez más. Pero esta actualización es más tecnológica que estética. Generación tras generación y restyling tras restyling, la silueta del A3 sigue siendo, por desgracia (¿o por suerte?), un copy/paste. No se trata de ofender a su clientela, muy conservadora. El modelo actual se distingue únicamente por un frontal que incorpora una parrilla monocasco estrechada y la posibilidad de beneficiarse de las luces Matrix LED opcionales que adaptan el flujo luminoso en función de las condiciones encontradas. En la parte trasera, los faros también han cambiado, con indicadores de desplazamiento. Los principales cambios están a bordo con la llegada de la «cabina virtual» de las hermanas mayores. Esta pantalla digital de 12,3″, situada detrás del volante, incluye toda la instrumentación clásica, así como los sistemas de navegación y multimedia. El sistema está disponible a un precio de 550 euros.

El sistema de infoentretenimiento MMI también se ha simplificado con accesos directos al estilo del I-Phone. Por último, el paquete de equipamiento de seguridad existente se ha ampliado para incluir el Traffic Jam Assist, un sistema de conducción autónoma en atascos. Audi no ha tocado nada más y eso es bueno porque el A3, sobre todo con la carrocería Sportback (5 puertas) es un coche de calidad y acogedor para pasajeros y equipaje (380 litros). El acabado sigue siendo irreprochable y justifica los elevados precios que exige el compacto alemán, señala el concesionario de coches de ocasión en Barcelona Crestanevada.

El coche alemán no es el más divertido de conducir, pero es uno de los compactos más logrados del momento. El coche está conectado a tierra, incluso a altas velocidades. Menos ágil que un BMW Serie 1, es tranquilizador y sobre todo mucho más confortable. Los ingenieros pusieron especial cuidado en la calibración de la amortiguación. La insonorización está entre las mejores de la categoría. El A3, reina de los compactos, enriquece su oferta con la llegada de un motor de gasolina de 3 cilindros ultraeficiente que cambia las reglas del juego del compacto, que ahora ofrece un modelo de entrada muy atractivo. El coche alemán, especialmente en la versión de 5 puertas (Sportback), sigue siendo más que nunca una apuesta segura frente a sus dos rivales, el BMW Serie 1 y el Mercedes Clase A.

BMW Serie 1

El compacto bávaro ha recibido un motor de tres cilindros para su último restyling, con el que pretende rebajar todos sus parámetros (consumo, emisiones, precios) excepto el de las prestaciones. Este Serie 1 es el modelo más vendido por BMW en Francia. A partir de ahora es la versión 116, equipada con un motor de tres cilindros que le hará descubrir las delicias de la marca con la hélice. Estéticamente, el coche compacto se beneficia de los nuevos faros ampliados (delanteros y traseros) y sigue estando disponible en dos estilos de carrocería: 3 o 5 puertas, por un precio adicional de 750 euros.

A bordo, el mundo es típicamente BMW, destacando el puesto de conducción y la ergonomía. Sigue siendo clásico, pero el acabado es irreprochable. Sólo algunos plásticos menos atractivos en los paneles de las puertas empañan la imagen. El BMW Serie 1 ofrece como equipamiento de serie desde el nivel de entrada el aire acondicionado automático, la llamada de emergencia inteligente y el sistema multimedia iDrive con pantalla de 6,5 pulgadas. En definitiva, el alemán no es tan barato para los que quieren un equipamiento mínimo. La gran novedad es la aparición del motor 1.5 de tres cilindros. Es la primera vez que el coche compacto cumple 11 años de vida. Se trata de un motor diésel de 116 CV alimentado por un turbo con doble escape. En esta versión «Efficient Dynamics», disponible exclusivamente con una caja de cambios manual de seis velocidades, sólo emite 89 g de CO2/km y se sitúa en la zona neutra de la bonificación/malus. Una actuación para la categoría. Al volante, este 116d demuestra ser un coche emocionante. Se conduce con viveza, coge bajos y ofrece suficiente empuje para conducir con serenidad en todas las carreteras. Las vibraciones y el sonido típicos de un motor de 3 cilindros han sido compensados eficazmente por los ingenieros alemanes para ofrecer un excelente confort acústico.

Por otro lado, en cuanto al consumo de combustible, tendrás que dejar el vehículo en modo Eco-Pro para acercarte a las cifras de consumo anunciadas por BMW (3,4 l/100 km). Al final, el 116d brilla por su homogeneidad. Hace olvidar sin demasiados problemas a su predecesor equipado con un 4 cilindros. La caja de cambios, con su bloqueo firme y su corto recorrido, recuerda a la experiencia de conducción de sus hermanas mayores y más potentes. En términos de manejo, este coche de pura raza con tracción trasera ofrece un excelente compromiso entre confort y dinamismo, especialmente con los neumáticos originales de 16″ suministrados de serie. La dirección es directa y precisa y la parte trasera es muy segura. Con este nivel de potencia, es difícil hacer que el coche tome las curvas, pero a pesar de ello, conserva su carácter típico de BMW. El Serie 1 triunfa brillantemente en su descenso de gama. Este potente motor de 3 cilindros nunca tiene problemas, bebe poco y proporciona un satisfactorio placer de conducción. Como ventaja, conserva el típico tacto de carretera de BMW.

MERCEDES Clase A

El anterior sentó las bases, el nuevo va un paso por delante. Las innovaciones de la nueva Clase A son tan numerosas y sofisticadas que es, sobre el papel, el mejor coche compacto premium del momento. Comenzó su carrera como pequeño monovolumen antes de convertirse en un verdadero coche compacto, y la Clase A y sus derivados son el modelo de Mercedes más vendido en Francia. Esta cuarta generación ha sentado las bases de una nueva era para el fabricante de Stuttgart, la de la modernidad. Esta modernidad se refleja ante todo en el diseño. La anterior Clase A ya había desempolvado la marca, ésta le da un nuevo impulso. La silueta ha cambiado poco, pero las líneas son tensas y el aspecto agresivo se inspira en el CLS coupé de 4 puertas.

El coche alemán tiene un carácter asertivo y esto se agradece frente a competidores más clásicos como el Audi A3 o el BMW Serie 1. A bordo, es una revolución. Mercedes ha dado un paso adelante con respecto a sus competidores al ofrecer una cabina muy futurista. A partir de ahora, el salpicadero está formado por un panel muy largo con dos pantallas cuyo tamaño varía según el nivel de acabado. El primero hace las veces de panel de instrumentos y el segundo proporciona toda la información sobre el ocio y el confort, y la guinda del pastel es que por fin es táctil. Un nuevo panel táctil situado a los pies de la consola central también permite controlar la pantalla.

Tan agradable a la vista como al tacto, el cuidado diseño del interior incluye rejillas de ventilación en forma de turbina e iluminación ambiental con 64 colores a elegir. Entre las muchas tecnologías que ofrece, introduce un sistema multimedia con inteligencia artificial que permitirá al coche aprender sus hábitos. Por ejemplo, si todas las mañanas enciendes la radio para escuchar tu emisora favorita, ésta será capaz de anticiparse y sintonizarte. Paralelamente, un asistente de voz como Siri con el iPhone puede realizar varias acciones. Por ejemplo, si dices «Oye Mercedes, tengo frío», el coche pondrá en marcha la calefacción al instante. Este coche compacto ha avanzado en términos de confort, ya que también se ha aumentado la distancia entre ejes.

El acceso al coche es más fácil para los pasajeros, que tienen más espacio que antes. El equipaje también se beneficia, ya que el volumen del maletero es ahora de 370 litros. Está a medio camino entre el BMW Serie 1 y el Audi A3. Estas mejoras vuelven a situar a la Clase A en el centro de la clase. Una innovación es la desconexión de cilindros: cuando el régimen del motor es bajo, el segundo y el tercer cilindro se desconectan para reducir el consumo. El funcionamiento es prácticamente transparente para el conductor. La Clase A es fácil de manejar y divertida de conducir en carreteras pequeñas.

La amortiguación (adaptativa) hace maravillas y asegura un muy buen confort sin descuidar nunca la sujeción del cuerpo. Por último, la posición de conducción baja, el buen apoyo del asiento y el volante vertical refuerzan la sensación de «ser uno con el coche». En cuanto a las ayudas a la conducción, el compacto se lleva la palma al contar con un sistema de conducción semiautónoma vinculado al mapa. Este último anticipa las rotondas, las curvas cerradas y los cambios de carril integrados. Otras tecnologías, como la evitación de peatones y ciclistas y el aviso de colisión trasera, completan un catálogo de opciones ya muy amplio.

Sea cual sea su preferencia, la carretera será hermosa al volante de uno de estos tres coches alemanes.